Sube el volumen a dos puntos del máximo...yo no me hago responsable.

jueves, 16 de abril de 2009


Permite que el rocío de mis besos descanse sobre la madrugada de tu piel.

Deja que mi voz te hable en miradas inconmensurables al trasnochar sobre tu pecho.

Consiente para llevarte el otoño de abril en el arco iris de tus ojos.

Cede tu boca para navegar por tu comisura y encallar en uno de tus suspiros.

Confiere tus sueños para que la obra de mis manos sean la manualidad en el artesano.

Accede a la valentía como estandarte y así poder entregarme.


Como la naturaleza quisiera amarte en cada hoja y pétalo.
Como el viento quisiera llevarte el aroma de los jazmines.

Cuanto espera el mar por subir la marea que bordee tus caderas.
Cuanto espera la Luna por que llegue la noche y contemplarte.

Que es la abeja sin la dulzura de su miel.
Que es la caricia sin el roce de la piel.

¿Cuando el sol ha dejado de recorrer hasta tu sombra?
¿Cuando la guitarra y mi voz han dejado de llegar susurrando tus oídos?

...Cuando el color azul ilumine el océano de tu corazón será como el suspiro del cielo pincelando nubes...atrévete a empaparte de la lluvia que caerá ,disfruta del sonido otoñal en cada crujir que tu pie en su senda dé a cada hoja, alégrate a paso lento cuando el granizo te toque...será como la arena húmeda que encontró alguna parte de tu cuerpo para esparcirse.

Acepta que los pájaros trinen en cada partitura del cielo afinados por el viento que surca sus alas cuando todavía no abras los ojos y despierten aún tus sentidos.

Quiero que tu risa sea el orgullo de mi alegría.
Que tus manos sostengan mis esperanzas.
Acepta que mis ojos se posen más allá de lo que vean de ti.

Que las barreras sólo sean limitaciones humanas.
Acepta que mi juventud y entusiasmo por la vida se unan a tu experiencia y valor por ella.
Quiero que la inmensidad de la mujer sea exaltada en ti.

Acepta la duda que sean de fuego las estrellas pero admite la certidumbre de que te quiero.
Quiero alimentarme de tu ternura en cada gesto.
Que la gente y el amor sientan envidia año tras año de cuanto podría llegar a amarte.



Permite que día a día estas letras se unan con impetuosa fuerza gramatical y decapiten la pantalla atravesando tu corazón.

Deja que el poema sea leído para enaltecerte...libéralo del papel y deja las palabras volar.

Consiente lo que sientes como verdadero, pues todo lo que ves y tocas ya estuvo en la mente de un creador...inclusive en la de Dios.

Cede la incertidumbre que ni siquiera el tiempo se lo pregunta.

Confiere al desierto la cristalina voz del río mientras la llovizna te revele el secreto de las frutas y flores.

Accede a que esté sentado en el rincón mas sensible de tu mirada bajo el silencio estático de inmóviles pestañas.

Como quisiera quererte para que cada hoja y pétalo te amen por mi.
Como mis suspiros te llevarían mi aliento.

Cuanto esperamos junto al mar para que arribaras en cada ola.
Cuanto me espera la luna para escribirte.

Que la abeja se quede con su miel mientras endulce yo mis dedos en cada caricia a tu piel.


Permite que el universo en su infinitud te diga que faltarían años para demostrarte cuanto puedo llegar a quererte...pues ni en años luces alcanzarías a cuantificarlo.
Deja que las inquietudes terrenales sucumban ante la trascendencia espiritual de las almas.
Consiente que grabe tu nombre sobre la nieve mientras las olas borren lo que ya escribí sobre la arena.
Cede no tan sólo el rincón de tu casa sino todo tu corazón y mente a la poesía que deambula.
Confiere al nobel la posibilidad de revivirte con sus versos, accede a que se reúnan bordeando la mesa de tus pensamientos para que García Márquez con su pluma se inspire en la narración de lo que siento por ti, mientras Huidobro te recite lo que él y yo te hicimos llegar tiempo atrás...

Como Salomón en el cantar de los cantares ...